Nuestra historia con Daiana y Brian comenzó gracias a que son amigos de una pareja que habíamos fotografiado anteriormente. Esa conexión previa hizo que tengamos una amistad hace tiempo y su elección de nosotros como sus fotógrafos de boda fuera un sentimiento especial. Desde el principio, su calidez nos hicieron sentir como unos invitados de la fiesta.

El humor de ellos es contagioso nos hacía reír a carcajadas, pero al mismo tiempo, sus miradas llenas de amor y complicidad nos conmovían. La lluvia que cayó en su día no impidió que todos disfrutaran de la boda cada segundo. Fue una noche llena de emoción y alegría que quedará grabada en nuestra memoria.